Mes: abril 2019

Maximiliano Forte: Un viajero con mochila

Posted on

maxi2
Maxi por @mauriciocarballouy

De Maximiliano Forte me inspira su sencillez. Hay que ser humilde para aprender de nuevos lugares y su gente y este joven viajero lo sabe bien. Además de abrir la cabeza y el corazón para llenarse de experiencias, tiene una habilidad muy particular para compartir con entusiasmo y buena onda todo tipo de consejos e historias; y nos invita a viajar con él y su mochila a cada nuevo destino.

La primera vez que escuché de él fue por un fotógrafo al que sigo hace mucho. La curiosidad me llevó a buscarlo en Instagram y desde entonces, fue un camino de ida.

Dicen que los viajes se viven tres veces: Cuando se sueñan, cuando se viven y cuando se recuerdan; y esto parece cobrar sentido cuando conoces a Maxi. Entre sus fotos de viajes pasados se filtra la nostalgia y el agradecimiento por lo vivido, por lo aprendido, y eso es algo maravilloso. No cualquiera puede llevarte de contrabando en la mochila como él, no es fácil contagiar las ganas de salir corriendo y dejarlo todo para seguir lo que tu corazón anhela.

Con la curiosidad de un niño y el asombro en la mirada, Maxi recorre pueblos y ciudades mochila al hombro y mate en mano. Lo acompañan la infaltable sonrisa y un par de legendarias zapatillas: “Soy Maximiliano y mi cédula de identidad dice que tengo 25 años, para mí que soy un alma vieja atrapada en un cuerpo joven. Nací en Montevideo, en una casita muy humilde, con suerte de tener una madraza de esas que se la juegan a por todas. Estudié muchas cosas y dejé sin terminar muchas otras: hice un año de facultad de Ciencias Sociales, otros años de profesorado de Historia y de Geografía; en la actualidad tengo muchas ganas de hacer filosofía, soy muchas cosas pero no soy nada.  Voy caminando, todavía no sé para dónde, o sí, pero el camino puede cambiar en cualquier momento, entonces se me hace muy, muy difícil contarte para donde voy. Aprendí a eso, a que todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, que la vida es así y el mañana no es tan mañana, sólo importando lo que pasa hoy.” ¿De verdad tienes 25 años? Empiezo a creer que eso del alma vieja es cierto, porque solamente el tiempo y la experiencia nos hacen comprender eso de NADA COMO EL AHORA. Y sigue: “Del mundo creo que el Ser Humano es un bicho raro enmarcado en tiempos donde a veces nos olvidamos de ser eso, Humanos, mientras que sólo nos acordamos de la parte de bichos. Y bichos, no despectivamente, o sí, quizás un poco. Nos hacemos problemas por cosas tan simples que nos hacen olvidar a qué venimos realmente, ¿no? A ser felices.”

maxi4

Maxi es un soñador y a pesar de todo, sigue andando: “a veces estoy tan arriba que me hace falta algo o alguien que me baje un poco a tierra, aunque en el transcurso de mi vida he sabido estar tanto en el cielo como en el suelo, pero soñando igual, atontado por tantos puñetazos que me ha dado la vida, sigo ahí…caminando de a poquito.”

Pero ¿cómo empezó todo? Pues un día, asfixiado por una vida que no quería tener, encerrado por horas haciendo un trabajo mecánico en el que pensar era casi innecesario, decidió armar la mochila. Estaba harto de ver el mundo pasar desde esa cápsula en la que se sentía atrapado y decidió salir, a pesar de las advertencias de algunos acerca de lo terrible que era el mundo fuera. “¿Cómo vas a renunciar al trabajo? ¡Estás loco! Sí, renuncié y me fui.” Las palabras de Maxi me recuerdan tantos momentos de mi vida, en los que tomar la decisión más fácil era la comodidad de quedarse; contra viento y marea, críticas y burlas, armé maletas y me fui. “La verdad es que entiendo las preocupaciones de mi entorno, porque si no lo hiciera sería muy egoísta de mi parte. Y yo me fui, renuncié para hacer mi primer viaje, al altiplano.  Más no me arrepiento de las decisiones tomadas y los caminos recorridos porque he aprendido un montonazo estando fuera y también estando dentro. El camino costó y no fue fácil recorrerlo, muchas puertas se cierran mientras que otras se abren, pero uno siempre ahí, porfiado, con ganas de seguir apostando a lo que nos hace felices: ¡siempre hay que apostar por eso!”

Perú y Bolivia le enseñaron que podía ver más allá de los prejuicios y encontrar gente buena y dispuesta a ayudar. De ese viaje volvió diferente, con hambre de más, y desde entonces busca la manera de seguir. Los viajes por el interior de Uruguay y Argentina solamente alimentaron las ganas hasta que finalmente llegó a Chile. Volvió a comprobar que lo que hace los viajes tan especiales es la gente que se conoce en el camino. Viajar fue entonces la mejor escuela… “fue comenzar a conocerme, a medir mis capacidades y a entender que puedo realizar lo que me propongo: comprender que mis limitaciones eran mentales y venían acompañadas de miedos que tenía que vencer, que tengo que vencer.” Para Maxi la felicidad es la libertad; no necesita de mucho, pero no pueden faltar la mochila, el cuaderno y la cámara. La fotografía lo atrapó cuando la descubrió como herramienta para comunicar y compartir en el blog, que comenzó llamándose “CON MOCHILA” para luego mutar, y ser “Viajero con Mochila”.  Las fotos y las palabras se complementan para expresar su modo de ver al mundo.

maxi3

Entonces, le pregunto sobre cómo decide a qué destino seguir: “Es una buena pregunta, si me pongo a analizar mi recorrido hasta hoy, creo que tengo pasión por las montañas y los puertos. No sé, es una atracción hacia esos sitios que aún no he logrado descifrar. Algunas cosas suelo planificar, pero también depende del viaje: si será un viaje largo, planifico menos y si el tiempo está contado intento llevar todo más armado. Intento encontrar lugares donde sienta que pueda estar cómodo y que tengan cosas para enseñarme.” Creo que voy entendiendo por qué me enganchó tanto su cuenta, a mi también me llama la montaña, cuando paso mucho tiempo lejos es como si empezara a marchitarme, es algo difícil de explicar, pero veo que no soy la única que siente el llamado de los Apus.

Me atrevo a preguntar cuál es lugar más impactante que conoció hasta ahora y sin dudar responde que Potosí. «Me gusta mucho la historia y allí la encuentro viva, entre su Cerro Rico y su gente, su altura que sofoca mientras masco coca. De verdad es un lugar que recomiendo para conocer Latinoamérica en serio, ahí desde adentro.” Sigo preguntando, esta vez por uno de sus lugares recurrentes: Cabo Polonio. “El Cabo Polonio fue una especie de faro en mi vida, que supo levantarme cuando yo estaba muy abajo, ese lugar que al menos todos, una vez en la vida supimos estar. El lugar apareció y las estrellas se encendieron, me sanaron mucho y desde ahí comencé a querer compartirlo con todas y todos. Creo que es mágico, y sana mucho.” Listo, tomo nota, Cabo Polonio entra a mi lista de lugares mágicos.

maxi9

Pasaron ya dos años desde que empezó su aventura, y en el camino ha descubierto otras cosas sobre sí mismo: “Viajar me ha despertado cosas que no sabía que las tenía: me apasiona llegar y comenzar a probar comida característica de los lugares para después venir y cocinar en casa, o hacer el intento (preguntarle a mi vieja de la sopas altiplánicas que supe cocinar hace un tiempo jaja)”, y es que, viajar es abrir una puerta para salir de casa y conocer el mundo de afuera y el de adentro.

Maxi escribe cuando viaja y así, naturalmente, empezó la construcción de Micromundos. ¿Cómo va el libro? – le pregunto… “El libro va bien… es muy difícil escribir, uno tiene que estar inspirado y también buscándole la vuelta para no escribir por escribir, ¿no? A veces las ganas están, pero la inspiración no llega, aunque cuando viajo, siento que se hace todo más fácil para contar a través de las palabras. Eso me gusta, estar viajando y escribiendo. Será un libro de textos, historias, algo de poesía y cuentos de estos años recorridos en Latinoamérica y lo voy a terminar con textos que escribiré en Asia, en la India.”

maxi7 ver fotografo
Maxi por @santi_cabral

Aunque reconoce que las redes sociales lo han ayudado mucho a crecer y a moverse por el mundo de los viajes, admite que le ha llevado muchísimo trabajo, muchas puertas quedaron cerradas y no ha faltado una buena cuota de desilusión. A pesar de todo, sigue trabajando por su sueño de poder vivir viajando, de convertirlo en un medio de vida y jamás dejar de hacer lo que tanto le gusta. El mundo virtual, paradójicamente, le ha dado más de lo que esperaba en el plano humano, “me he nutrido de historias increíbles, de gente con mucha magia. Se han puesto en mi camino para compartir y abrirse de tal forma que uno sentía que nos conocíamos de hace mucho tiempo. Por suerte, las personas que he conocido son extremadamente maravillosas, y eso es lo que tengo que agradecer al blog.”

Para este joven extraordinario, la familia es un ancla importante: “Mi familia supo estar siempre, mis hermanos, mi vieja y mi abuela fueron los que estuvieron ahí cuando yo estuve arañando el suelo. Los que me dieron para adelante en lo que pensaba, y los que creyeron en mí cuando nadie creía. Yo pude seguir adelante gracias a ellos y su apoyo, porque en esas circunstancias yo no creía ni en mí mismo.” Y esto es algo común de lo que hubiera imaginado entre los viajeros que he entrevistado en el pasado: los lazos familiares y sus vínculos de amistad son sólidos, un puerto seguro al cual volver luego de cada aventura.

Maxi tiene planes de viajar lejos, y aunque se confiesa muy malo con los idiomas, sabe que hay lenguajes universales y eso facilita el entendimiento. Viaja con seguro médico y en vez de cargar dinero, usa una tarjeta prepaga para ir debitando y estar más seguro (tomo nota). Este año promete llenar de huecos sus las zapatillas y su mochila de experiencias; seguirá con sus excursiones al Polonio en Uruguay; en octubre se va para el Cusco, en Perú, con un grupo que está armando, donde pueden acompañarlo personas de todos lados; y, a fin de año, se viene el gran viaje por Asia.

Maxi, viajero con mochila, me enseña lo mismo que aprendió en sus viajes, a confiar en uno mismo y en los demás, a perder muchos miedos ajenos y a creer: “Crean, sueñen, trabajen mucho para conseguir sus metas, golpeen muchas puertas y que no les de vergüenza”, nos dice, y vaya que podemos aplicar el consejo en más de un ámbito de la vida, ¿no?

No sé ustedes, pero me dieron ganas de desempolvar la mochila y llenar otra vez de huecos las zapatillas; como por ahora no pueda hacerlo, seguiré los pasos de Maxi, allí por el mundo, aunque sea el virtual.

maxi5

Las tres infaltables:

¿Cuál fue tu juego o juguete preferido?

Un peluche de lana que me trajeron de Australia. No sé porque me gustaba, creo que era porque era sencillo.

¿Quién o qué te inspira?

Me inspira mi vieja porque es una luchadora nata, y también, desde su sencillez, me inspira Pepe Mujica.

¿Qué desearías inspirar en / a los demás?

¡Que pregunta más difícil!  El valor a vencer algunos miedos, a confiar y a creer en los demás.

Si quieres seguir a Maxi en sus aventuras y Micromundos, visita su cuenta de Instagram; su fanpage de Facebook y por supuesto su blog, donde podrás leer más sobre sus viajes.