Mes: diciembre 2023
Rodrigo Soler: Cantando historias
De Rodrigo Soler me inspiran su ENTUSIASMO y GRAN TALENTO. La primera vez que escuché su música fue por su hermana, Romina, gran artista plástica y querida amiga y desde entonces he seguido sus diversos proyectos.
Nació en Buenos Aires y desde muy chiquito recibió influencias musicales de su mamá, que le presentaba discos y cassettes que fueron alimentando su estilo: The Beatles, Serrat, Sabina, The Mamas and The Papas, Fito Páez, entre otros. Ya desde entonces, Rodrigo se encerraba en la habitación y con micrófonos de mentira ponía canciones y simulaba cantar. Imagino casi sin esfuerzo su versión chiquita haciendo playback hasta que un día, sin más, descubrió su propia voz.
Fueron los campamentos de la infancia los que vieron sus inicios como músico. Allí, entre guitarras y fogones, cantando y compartiendo juntos, Rodrigo se empeñó en aprender a tocar la guitarra, y, aunque es zurdo, sus ganas de aprender eran tantas que empezó a probar con lo había; por eso, hoy toca la guitarra como si fuera diestro. Con el tiempo empezó a ir a la casa de una profesora del barrio con una amiga y continuó su formación musical con otros profesores particulares.
Durante la adolescencia tocó en varias bandas, muchas se fueron desarmando y otras iban cambiando, en algunas componía y hacía coros. Mientras tanto, se anotó en el Conservatorio Manuel de Falla. El día que empezaba el tercer año, se subió a un avión y se fue a vivir a España. Aquello que había empezado como jugando se había transformado en su forma más pura de expresión. Allí pasó ocho años haciendo música y estudiando teatro, nutriéndose de experiencias, sonidos y gentes. Al volver a la Argentina centró toda su atención en su proyecto solista y grabó dos discos de estudio y dos de sesiones en vivo.
El tiempo que vivió en España dejó una marca indeleble en Rodrigo pues generó un vínculo profundo con la tierra de sus antepasados. Su abuelo se había escapado del franquismo durante la guerra luego de estar dos veces preso y en peligro de muerte. Aquel republicano incansable que recitaba poemas de García Lorca en sótanos clandestinos de Santander, y que al irse a vivir a Buenos Aires fundó el Deportivo Español con la intención de unir a los españoles exiliados, independientemente de su filiación política. Es curiosa la vida, mi abuelo paterno era de Santander. No puedo evitar pensar si se conocieron, si cruzaron caminos alguna vez, aunque el mío terminara en el Perú y el suyo en la Argentina, y que, luego se dieran las cosas para conocerlo aquí y ahora.
Le pregunto cómo nacen los proyectos, con su habitual franqueza me cuenta:
“Creo que los proyectos nacen de una necesidad, de crear algo que no existe, de poder expresar sentimientos y contar historias, de cantar mi manera de ver el mundo. Muchas veces no los planeo, sino que llegan, aparecen, como Canciones desde el Búnker, que nació de mi necesidad de comunicarme con el mundo exterior en medio de la pandemia. Para que sea atractivo debe despertar algo en mí, debe excitarme, debe darme ganas de mostrarlo. Las colaboraciones muchas veces surgen de la necesidad de conectar con otros artistas y nutrirnos mutuamente, influenciarnos, ayudarnos a potenciar el arte de cada uno.”
Escuchar a Rodrigo cantar en vivo o verlo en algún video transmite siempre mucha emoción, es inevitable sentir lo que él siente, sus canciones son como pequeños mundos de historias, y todo cobra sentido cuando le pregunto si la música ha despertado otros intereses, como la escritura:
“Siempre fueron de la mano, desde chico garabateaba letras, sonetos, estrofas, y también historias y cuentos, así que creo que desde mis comienzos se fueron retroalimentando, después de todo son palabras y maneras de expresarme, lo único que va cambiando es el formato.”
El 08/12/23 Rodrigo lanzó oficialmente la segunda entrega de la serie Canciones desde el Búnker, y planea seguir con este formato maravilloso, componiendo nuevo material y planificando una nueva gira.
Canciones desde el Búnker (Vol. 2), es, además de un disco, un proyecto audiovisual que combina canciones propias con otras que surgieron a partir de encuentros creativos con diferentes colegas. De cada sesión en vivo se grabaron videos que se subieron a diferentes plataformas, acompañados de textos que cuentan historias relacionadas con cada composición, con el encuentro creativo o con alguna anécdota particular que da un sentido diferente o más profundo a alguna de las letras. Por eso no me sorprende que un proyecto de Rodrigo que aún está en el tintero sea la recopilación de muchas de sus historias en un libro. Hay tanto para contar que a veces una canción no alcanza, y él, con esa manera tan suya de llevarte de la mano por esos mundos, seguramente, publicará una joyita.
Pero, volviendo a Canciones desde el Búnker (Vol. 2), les puedo contar que los temas fueron grabados en Argentina, Ecuador y España y tiene como invitados a Julián Oroz, Flor Albarracín, Gabriel Ventura Gulí, Rafa Pons, David Bonilla, Mike Lo Cane, Zambayonny, Dadu, Elenitakatá, Daniel Hare y Manu Clavijo. Háganse un favor y vayan a disfrutar de este regalo.
Le pregunto cómo se describiría y cómo cree que lo describiría la gente, sospecho que no es fácil la pregunta, pero él no se amilana:
“Me describiría como un músico y escritor al que le gusta compartir historias, cantarle al amor, al desamor, a la vida, a la rebeldía, a las cosas por las cuales vale la pena vivir. Y ojalá la gente me describiera como un buen amigo de mis amigos y como una buena persona.”
Mientras escribo esto, escuchando las canciones de Rodrigo y sus invitados al búnker, tiene total sentido cuando comparte que
“los proyectos necesitan constancia y corazón, y sobre todo una fuerza de voluntad terrible, es un camino muy difícil porque el mundo no deja que uno se abra paso. A veces hay que seguir golpeando puertas hasta que alguna se abra, a veces hay que dejar de golpear y fabricarse uno el mundo que quiere, hacer su camino, contar su historia. Todos queremos salir del barro, pero no debemos olvidarnos de que lo importante es la obra, es lo que uno va a dejar. A veces por insistir en que nuestro proyecto avance perdemos tiempo precioso que podríamos dedicarle a perfeccionarlo, o a generar más material, que en definitiva es por lo que uno empieza en esto, o al menos yo, para contar mis verdades.”
Si todavía no conoces a Rodrigo Soler te estás perdiendo de un artista que es puro corazón, franco, apasionado, curioso, inquieto y en constante crecimiento. Al final de estas líneas está el detalle de sus redes, vale la pena seguirle los pasos.
Las tres infaltables:
¿Cuál fue tu juego o juguete preferido?
Siempre me gustó muchísimo jugar a la pelota. Mi papá, que es técnico de fútbol, durante mi infancia era el director de la escuela de fútbol de Parque Chacabuco, y yo iba siempre con él. Ahí aprendí a trabajar en equipo, a superarme, aprendí sobre compañerismo, ahí tuve mis primeros logros. Recuerdo cuando hice el primer gol de mi vida, que en lugar de salir a abrazar a mis compañeros salí corriendo a abrazarlo a él.
¿Quién o qué te inspira?
Me inspira la gente que no se rinde, que hace su camino con alegría y que disfruta los pequeños triunfos, muchas veces por esperar la gran victoria no festejamos los logros que vamos teniendo por el camino, que son los que nos van a dar fuerza para seguir.
¿Qué te gustaría que la gente tomara de inspiración de ti?
La insistencia, la perseverancia a pesar de que a veces nos desanimamos y queremos largar todo.
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