Mes: May 2016

Allison Bellido: Corazón de Oro

Posted on

Allison Bellido

 

De Allison Bellido me inspira su corazón (en el sentido que los poetas le dan a la palabra). Tuve la suerte de conocerla hace ya algunos años – ya una década – en un grupo de voluntariado que creaba proyectos para niños que trabajaban en la calle. Si bien el grupo era pequeño y solventado casi prácticamente por los voluntarios, fue una de las épocas que recuerdo con más cariño. Éramos un grupo de jóvenes locos que soñaban con cambiar la realidad de chicos que deberían estar en la escuela o en una cama cómoda y caliente en vez de congelarse en las calles vendiendo flores y golosinas. Dejé ese entrañable grupo humano por seguir estudiando en otra ciudad, y cuando volví, se había disuelto por motivos que ya no recuerdo bien.

Por entonces Allison tenía unos 18 años y ya se notaban algunas cualidades que con el tiempo serían distintivas en ella: Su amor por la fotografía, el cine y la música (es fanática de los Beatles hasta el tuétano), su gran sensibilidad por las artes y el medio ambiente; y, por supuesto, su inquebrantable espíritu solidario.

Nació en Lima, Perú, en el invierno de 1988. De su niñez no recuerda mucho, salvo algunos eventos que la marcaron a fuego (como un atentado terrorista en pleno barrio residencial que dejó un importante saldo de muertos y heridos); pero lo que no se olvida es la complicidad con su abuela: recuerda las vendimias y a su abuela preparando el árbol de la casa para que fuera a «deshojarlo» para hacer hermosas alfombras de flores. Viene a su memoria su tío abuelo Julio, quien le contaba del tranvía y la Botica Francesa, de los carnavales y los baños de Barranco.

Habla de sus papás y de su hermano como si fueran su mayor tesoro, pues está convencida que a ellos les debe todo, con sus grandes esfuerzos y pequeños detalles (como cuando su papá se escapó del trabajo para acompañarla a comprar un libro en una plaza lejana del centro de la ciudad)

Allison es una chica romántica y propensa a filosofar hasta de las más pequeñas cosas, y aunque en el pasado dar muchas vueltas a las cosas más sencillas le trajo malos momentos, hoy prefiere disfrutar cada instante como viene. Es una chica soñadora y cariñosa, con una responsabilidad tremenda cuando se trata de cumplir con algún compromiso de estudios, de trabajo o personal. Su palabra vale y su preocupación por los que más quiere es genuina y transparente. Se interesa por los idiomas, la diversidad cultural y los proyectos sociales, lo que la llevó a viajar por diversos lugares y conocer realidades que le abrieron un nuevo panorama.

Cree firmemente en la educación como uno de los pilares para el cambio social y le entristece ver que en su país el arte y la cultura aun sean vistos como un lujo de los ricos y no como algo que debe iniciarse desde la época escolar: “Nos hallamos inmersos en una desnutrición cultural y una falta de sensibilidad por el arte. ¿Cuál es la consecuencia de ello? Creo que se ve en los políticos, en las inversiones inmediatistas, en el orden de prioridades que hace que si de por sí hay un ambiente laboral muy competitivo, cuando las personas consiguen trabajo lo primero que hacen es comprar un televisor, antes que disfrutar de un día en familia, ir al teatro o cine (hay varias alternativas gratis incluso) o aprender otro idioma.  Además no hay una valoración de otro tipo de sabidurías como las ancestrales, los conocimientos de los campesinos por ejemplo, las técnicas que conservan las artesanas, etc. Por lo que uno de mis sueños es contribuir a tener una educación para la vida, en donde cada uno sea respetado en sus particularidades y que pase por un proceso de sensibilización mediante el arte y la cultura, que es finalmente lo que define gran parte de la identidad de un pueblo o nación.”. Tan joven y tan sabia, ¿no?

Allison2

Su interés por las artes, la música y la cultura nació cuando a los 9 años ganó una beca para aprender a tocar flauta, desde aquel momento supo que la música era el alimento para su alma. Con el tiempo llegaron el cine y la fotografía.

La justicia social es algo que atraviesa su centro, y elige proyectos en los que siente que genuinamente puede aportar algo. Chicos que trabajan en la calle y un asilo de ancianos fueron sus primeros proyectos de voluntariado. Luego participó en un proyecto de Comercio Justo con artesanas de Puno (al sur del Perú) y en uno que fue decisivo para ella; un intercambio entre voluntarios suecos y peruanos, teniendo la posibilidad de trabajar y hacer labor en el Cusco (Perú) y luego al norte de Suecia. Aunque luego de un tiempo los estudios y el trabajo la alejaron del trabajo de campo, no se fue por completo y empezó a ayudar desde lo que iba aprendiendo, convirtiéndose en la responsable del equipo de comunicaciones de uno de estos grupos, con soporte a nivel nacional; “comunicamos en todo” – me dice – “el ser humano es social por naturaleza, creo que lo genial de las comunicaciones es que tienen distintos canales de expresión, ya sea concreta o abstracta. Pero es quizás en el segundo punto en que denotas cuán importante se torna para el ser humano llegar a esa conexión con los demás, mediante una danza o canción. Son cosas que no se teorizan pero aportan a un aspecto invaluable que es la felicidad. Estudio comunicación porque creo que alguna manera puede ser un puente para otros, a participar en construir lazos.”

Allison ve su interés por lo social como una vinculación más al arte… “porque es en ese encuentro a los demás en que me encuentro a mí misma y vuelco mi humanidad, pero siempre –aunque suene cliché- siento que doy pero recibo más.” Y sí, suena a cliché, pero conozco a Allison y sé que realmente lo siente así, y contagia.

Con un buen café y varias risas después confiesa que uno de sus mayores retos ha sido preparar una ponencia en una conferencia en Suecia que tenía que ser en inglés y la traducirían al sueco en simultáneo. No le asustaba el tener que hablar en otro idioma, sino el hecho de dirigirse a un grupo de sacerdotes y gente vinculada a la Iglesia hablando sobre la Teología de la Liberación. Pero como todo lo que se hace con el corazón rinde fruto, todo salió perfectamente.

Charlar con Allison es un placer, se habla de todo y con ganas. Ella quiere hacerlo todo, aprenderlo todo, desde tocar un instrumento musical hasta un nuevo idioma. Devora los libros como una termita y siempre se las arregla  para involucrarse en algún nuevo proyecto. Como toda persona creativa que conozco, las estructuras son un desafío y el orden una tortura, así que elegir un proyecto al cual dedicar su tiempo y energía tiene poco que ver con objetivos medibles y mucho con la humanidad y el cultivo de las artes.

Hay dos frases de Shopenhauer que suele citar y que me parece resumen mucho de su filosofía de vida y su personalidad: “En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad” y “Con la voluntad se puede hacer todo. Yo soy lo que yo quiero”.

¿Cómo te describirías? – le pregunto – ¿Cómo crees que te describiría la gente?… Una breve pausa y la respuesta, clara como ella misma: “A veces vivo en las nubes o pensando en películas, soy muy distraída. A veces soy muy honesta o digo cosas que pueden meter la pata, pero sin la intención de hacerlo o dañar o perjudicar. Creo que soy transparente en lo que siento, me cuesta disimular, pero eso también me ha traído complicaciones cuando se trata de dar confianza porque siento que algunos han aprovechado este aspecto”.

Allison, con su distracción y sus Beatles, sus fotos y sus pinturas, sus películas y sus cafés; una hermosa jovencita con un corazón que vale diez veces su peso en oro. Estoy segura de que llegará lejos, y aunque ella no lo sepa, ha marcado la vida de muchos, muchísimos que hemos tenido la suerte de conocerla.

Allison3

Las tres infaltables…

¿Cuál fue tu juego o juguete preferido de la infancia?

La bicicleta y un juguete que era como un mini-piano. También tenía un peluche de Alf que hasta ahora conservo.

¿Quién o qué te inspira?

Mis padres y mi hermano, principalmente,  aunque no lo demuestre, son el amor más grande que tengo. Me inspiran muchas personas en distintos rubros, amigos cercanos y cineastas lejanos. Francois Truffaut e Ingmar Bergman son dos grandes del cine que me inspiran a más no poder; Cartier-Bresson en fotografía y en la música hay muchos, pero claro Los Beatles. Y también creo que debemos aprender mucho de los animales, me inspira mucho su ternura y fidelidad.

¿Qué desearías inspirar en/a los demás?

No creo ser la indicada para decirlo.