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Erika Pomareda: Entusiasmo contagioso

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De Erika Pomareda me inspira su entusiasmo contagioso por compartir lo que la apasiona.

Supe de Eka por la recomendación de una querida amiga que me etiquetó en un video que vio en Facebook. Se trataba del video introductorio de «Mami Cuéntame un Cuento«, un blog que Eka acababa de lanzar, dedicado a la promoción de la lectura infantil. Me encantó. Aunque Eka se veía muy nerviosa, su entusiasmo y naturalidad me convirtieron en seguidora incondicional y de su bandera «más libros, menos tele».

Peruana, comunicadora de profesión, fotógrafa y docente en la Universidad de Lima (donde enseña técnicas de video); tiene junto con su esposo una productora audiovisual, ISKAY, que le permite pasar mucho tiempo con la familia, aunque sea complicado encarar los retos propios del trabajo independiente. Pero lo que ella cree que la define mejor, es su rol de mamá. Describe a Valentina, de 4 años, y a Cristóbal, de 1, como «dos enanos que derriten su corazón». Confiesa que su mayor anhelo es lograr que sus hijos sean buenas personas y en eso pone todas sus fuerzas. En su búsqueda por darles siempre lo mejor, descubrió el mundo maravilloso de los libros para niños y se enamoró. Todo empezó con Valentina, pero la llegada del travieso Cristóbal no hizo más que profundizar el amor que siente por las historias e ilustraciones que la dejan siempre encantada.

Empezó el blog cuando su esposo le dijo que tenía que hacer algo con toda esa pila de libros que le habían ido comprando a Valentina, y la terminó de convencer cuando le prometió hacer un nuevo librero si se animaba… ¿quién tiene ahora una nueva y renovada biblioteca?… Fuera de bromas, Eka había notado con otro grupo de mamás, la falta de información que había en su entorno inmediato, e incluso en las mismas librerías acerca de la gran diversidad de material infantil. Constantemente los vendedores ofrecían títulos de dibujos animados y franquicias como Disney, cuando sus estanterías rebalsaban de verdaderas obras de arte. Desde que descubrió esos tesoros se puso como meta compartir lo que la había hecho tan feliz y que le había dado tantas alegrías con la pequeña Valentina.

En Mami Cuéntame un Cuento, Erika no solamente nos presenta variadas opciones de lectura para niños de todas las edades, sino que, además, recomienda y comparte todo tipo de actividades que cree que se complementan muy bien con su visión de pasar más tiempo con los chicos y menos frente a la tele o aparatos electrónicos. En sus publicaciones nos pasa el dato de cuenta cuentos, teatro, conciertos, paseos y visitas a ferias y zonas de juego; hace sorteos y hasta nos enseña divertidas maneras de contar historias involucrando a los más pequeños (como utilizando piedras pintadas o muñequitos tejidos)

Esta entusiasta mamá me cuenta que tiene pánico escénico y que al comienzo no se creía capaz de hablar frente a una cámara; cuenta que, para el primer video, tuvo que usar sus anteojos (esos que casi nunca usa en público porque su mamá desde chica le decía que se los quitara para las fotos) y le costó muchísimo. Ese es el video que les comentaba que vi, en el que la conocí. En él, ella dice muy nerviosa y con toda franqueza que usa los lentes para quitarse un poco los miedos, como a muchos, a veces eso nos sirve de máscara, de protección, de disfraz. En esa primera grabación – me dice – no podía decir palabra sin el confort de estar detrás de ese pequeño objeto. Hoy, los videos de Eka son cada vez más relajados, no ha perdido el entusiasmo y es absolutamente natural, no edita errores o bromas y ese carisma y sencillez la ha acercado a un grupo cada vez más grande de papás y mamás que han atravesado con ella la puerta mágica de la literatura infantil, una aventura de ida.

Le pregunto cómo es que nacen los proyectos para ella y me cuenta una linda historia: «Desde que conocí a Daniel, los proyectos saltan y saltan como la canchita (N.A. canchita = pochoclo, pop corn, palomitas de maíz), es un poco loco y emocionante, lo conocí fotógrafa y emprendimos un proyecto de un Documental de Aventura, a los tres meses ya estábamos en una travesía de 12 días de puro pedal cruzando la cordillera Central, 12 días dándole la vuelta a Lima provincia, salió de ahí una exposición de fotos y un documental con mención honrosa en un festival internacional. Luego por cosas de la vida comencé a hacer postres y terminamos teniendo una empresa de postres en la casa que me tenía entre harina y azúcar todo el día, felizmente salí embarazada y tuve que dejarlo ahí varado, miraba el azúcar y me daba náuseas. Valentina nació y las aventuras ahora eran otras. Y los proyectos fueron tomando forma con ella incluida. Queríamos hacer un blog de aventuras en familia, obvio no la íbamos a llevar a escalar el Everest, pero llevar al río un niño de dos es toda una aventura. Hicimos un piloto y quedé nuevamente embarazada, tuvimos paciencia y nació Cristóbal, mi bebe los primeros meses tuvo un tema de alergias que le hacía problemas respiratorios y los planes aventureros tuvieron que esperar, en el ínterin me aproveché e hice mi blog Mami Cuéntame Un Cuento y me asenté en esto que terminó siendo TOOOODA UNA AVENTURA MARAVILLOSA.»

Le digo lo que muchos de los que la seguimos pensamos: «tu sonrisa y entusiasmo en cada video es contagioso», y le pregunto si este proyecto ha despertado su interés en otros ámbitos. Responde con sinceridad que el blog le ha permitido romper muchos miedos y eso le encanta. Está convencida de que llegan grandes cosas y se siente emocionada, redescubriéndose cada día como mamá, esposa, docente, profesional y más. Tiene muchas ganas de aprender más sobre literatura infantil, y espera poder llevar cursos y especializarse en esa rama con el tiempo.

Aunque Eka dice que nunca se vio como alguien muy empática y que percibe que la gente a veces la ve con cierta dureza, creo que quizá es porque no se considera muy social ni amiguera, y por su gran franqueza y expresividad. Dice tener poca paciencia y «no aguantar pulgas», que es hija de militar y que algunas veces su esposo le recuerda en son de broma que no necesita ser un sargento. Eso no me lo esperaba, pues es curioso verla tan entusiasta y divertida, siempre atenta a los comentarios y preguntas que le hacen sus seguidores y eso es una prueba más de que mucho depende del cristal con que se mira, y que no siempre lo que pensamos de nosotros es lo que piensan los demás.

Cuando le pido que comparta algo que haya aprendido de sus proyectos, contesta sin vacilar: «He aprendido que si quieres hacer algo, lo tienes que hacer bien y te tiene que gustar lo que estás haciendo.» Sus palabras resuenan en lo más profundo de mi. Mamá siempre repetía que la tarea se hace bien hecha, quizá por eso me cae tan bien esta otra mamá, loca por los cuentos y que me hace pensar en la mía, ángel desde hace algunos años, a quien diría con gusto a pesar de las décadas que llevo encima… ¡mami, cuéntame un cuento!

 

Las tres infaltables:

¿Cuál fue tu juego o juguete preferido en la infancia?

No recuerdo un juguete en específico, recuerdo mucho jugar con mi hermano a las canicas en la alfombra tipo persa del hall de mi casa, jugar a la guerra con soldados de plástico de cuarto a cuarto, recuerdo tardes de juegos de mesa, hasta ahora amo los juegos de mesa. Todo el tiempo jugaba con mi hermano.

¿Quién o qué te inspira?

Mi modelo es Cristo, estoy lejísimos de ser una buena discípulo, pero él es mi norte, mi guía, mi espejo. Sin Él estuviera perdida, gracias a ÉL estamos donde estamos y mi familia está en pie. Si tengo que copiar alguna acción es la de Jesús, si tengo que pedir un consejo lo busco en su palabra, si tengo que pedir ayuda me arrodillo ante Él y si tengo que agradecer a nadie más que a Él.

¿Qué desearías inspirar en / a los demás?

Qué difícil es hablar de uno mismo, pero si de algo estoy orgullosa es de mi rol de mamá, amo a mis bebes y aunque me equivoco constantemente sé que estoy por el camino correcto. Me gustaría que otras mamás vean que es necesario pasar tiempo con los hijos, más que necesario diría obligatorio. Sé que muchas tienen que trabajar pero quien tiene la más mínima posibilidad de hacerlo debería buscar otra alternativa y dedicarse a sus hijos. Me gustaría que las nanas sean para emergencias, que la televisión no sea un recurso para que los hijos no molesten, me gustaría que los padres se sacrifiquen más por sus hijos y entiendan que hay un cambio antes y después de ser padres. Me gustaría que la vida sea más simple y que un libro pueda reemplazar mil juguetes.

 

Si quieres conocer más de Erika Pomareda Viacaba, síguela en Mami Cuéntame Un Cuento o escríbele a mamicuentameuncuentoblog@gmail.com

Próximamente encuéntrala en Instagram como @mamicuentameuncuento